EDITORIAL
Cumpliendo con lo prometido, en este número les estamos ofreciendo la 2º parte sobre la nota de la Fábrica Militar de Aviones. Quisimos aprovechar el tema para hacer un pequeño pero sentido homenaje a un vecino de Bº Ameghino que no sólo trabajó en el IAME sino que crió, junto a su esposa, a seis hijos en esta popular barriada.
Además, encontrarán en estas páginas algunos otros temas que no podíamos dejar pasar como lo es nuestro recuerdo a todos aquellos que pelearon en Malvinas.
Seguimos agradeciendo la participación literaria de los vecinos de la zona y los instamos a seguir haciéndolo.
Mientras usted esté leyendo estas notas, nosotros estaremos preparando la próxima edición con las mismas ganas de siempre!

FÁBRICA MILITAR DE AVIONES CÓRDOBA (2º PARTE)
La Córdoba industrial
A comienzos de 1950 había llegado la hora de fabricar automóviles en la Argentina. Hasta ese momento, los vehículos que circulaban eran importados, norteamericanos o europeos, y eran poco menos que un artículo de lujo. Sin embargo, después de la guerra, las divisas escaseaban y, por eso, se pensó en fabricarlos aquí.

La primera fábrica que se instaló en el país, la alemana Mercedes Benz, quedó en la provincia de Buenos Aires, en el partido de San Martín; pero en 1954 la Fiat italiana eligió Córdoba y así surgió Fiat Concord en la planta de Ferreyra.
Un año más tarde se cerró un acuerdo con el industrial americano Edgard Kaiser y nació la planta de Santa Isabel. Entonces sí despegó la Córdoba industrial: de Concord salían los primeros tractores, que suplantaron al pionero Pampa; de Industrias Kaiser Argentina, el primer jeep IKA; de IAME, el famoso Rastrojero, la moto Puma y el primer automóvil producido en serie, el Institec. En 1955, por ejemplo, el IAME ya ocupaba a 10 mil trabajadores. En poco tiempo se radicaron en Córdoba: Vianini (Transax), la fábrica de motores Perkins y Forja Argentina; mientras que fábricas y talleres de autopartes brotaban por doquier, como hongos después de la lluvia. Todos estos establecimientos se nutrieron con obreros capacitados en la antigua fábrica de aviones.
Este desarrollo adquirió más fuerza aún en la década de 1960, cuando Córdoba proveía al país vehículos emblemáticos como el Fiat 600, el Baqueano y la Estanciera IKA, el lujoso Rambler o el glamoroso Kaiser Carabella. Luego de la fusión de IKA con la francesa Renault llegaría una nueva gama de vehículos, como los Dauphine y Gordini. Córdoba era por entonces la Detroit argentina.
La nueva Córdoba
Después de ese despegue industrial inusitado, Córdoba ya no era la misma de antes. La aldea colonial, de calles apacibles y pobladas de doctores, había quedado definitivamente atrás para dar paso a la gran urbe. Legiones de trabajadores llegados desde todos lados, no sólo del interior cordobés sino de provincias vecinas, fecundaron el componente cultural y transformaron la tranquila fisonomía urbana. De la mano de la industrialización brotaron nuevos barrios en los alrededores de las plantas fabriles, como Ameghino Sur y Norte, Matienzo, Estación Flores, San Roque, Villa Adela, Los Naranjos, Los Plátanos, Rosedal, Pque. Capital, entre otros)
Sin embargo, pese a los altibajos que aún persisten y aún cuando buena parte de aquella Córdoba industrial quedó definitivamente en el pasado, el papel que jugó la fábrica de aviones sigue vivo en el recuerdo de muchos nostálgicos y, sobre todo, forma parte de nuestra identidad histórica y cultural.
Esteban Dómina

Anécdota
Cuenta la leyenda, (en realidad lo cuentan sus propios hijos) que Don Enrique Sosa, vecino de Bº Ameghino y trabajador del IAME, durante muchos años, a la salida de la fábrica, volvía a su casa con alguno de sus compañeros que tenía vehículos y que, amablemente, lo alcanzaban hasta su casa; vivía a sólo 2 cuadras de la Ruta 20 y éste era el camino obligado de todos los trabajadores al regresar a sus hogares.
Un buen día gracias al sueldo que Don Enrique tenía y tras un tiempo de ahorrar unos pesitos, logró comprarse su “primer auto”, un hermoso Citroën 3CV color rojo brillante. Para este entonces Don Enrique ya tenía 49 años y, como se imaginarán, no fue fácil aprender a manejar con 49 pirulos. Una vez pasado este primer escollo, Don Enrique comenzó a viajar hacia la fábrica en su flamante bólido pero a poco de andar le ocurrió algo muy curioso: una tarde llega a su casa a la hora habitual y su esposa Liba, después de saludarlo y convidarlo con el mate recién preparado, le pregunta: “viejito, qué pasó con el auto que no lo has entrado al garaje?” a lo que Don Enrique respondió con un tremendo gesto agarrándose la cabeza y diciendo: “podés creer que me olvidé que tenía el auto y me hice traer por un compañero?!”. Bueno, esto fue para que durante el resto del día y a medida que iban llegando sus 6 hijos todos se rieran del olvido de su padre, quien tuvo que ir en colectivo hasta la fábrica a buscar el auto.
Pero acá no termina la historia, al día siguiente (y esto lo contaba él mismo) al salir de la fábrica vuelve a caminar hacia la ruta y sube al auto de un compañero para que lo acercara y a poco de andar y pasar por el estacionamiento, Don Enrique le dice: “Podés creer que ayer me dejé el auto en el estacionamiento?” Llegó a su casa y las carcajadas se multiplicaron cuando nuevamente Liba le pregunta ya sin creer lo que veía: “Viejito, y el auto!?”…Se había dejado nuevamente el bólido rojo en el estacionamiento!!!!
Homenaje a “Papá Pitufo” como le decían cariñosamente sus hijos, yernos y nueras a este férreo trabajador del IAME y excelente padre, esposo y abuelo que fue Don Enrique Sosa.

EL ARTE Y LOS NIÑOS
Sabemos que cualquier actividad artística es beneficiosa para desarrollar la creatividad, imaginación, diferentes habilidades psicomotrices y agudizar los sentidos.
Entre las actividades artísticas, LA DANZA, es la más completa, ya que reúne en una atmósfera mágica: la música, el ritmo, el teatro, la expresión corporal, el sentido plástico del espacio, la representación animada del mundo visto e imaginado. Todo ello lo recrea la persona mediante la danza. También desarrolla múltiples inteligencias, no sólo las capacidades neuromotoras básicas tales como la coordinación, fuerza, equilibrio, flexibilidad, velocidad, entre otros; sino además las intelectuales, perfeccionando el oído, el tacto, el propio manejo del cuerpo y la ubicación en el espacio.
Accediendo a la danza en las primeras etapas de vida, las niñas comienzan a socializarse, a divertirse, a jugar con su cuerpo, conociéndolo y controlándolo; aprendiendo a ser independientes y responsables, cuidando sus pertenencias y logrando, poco a poco la autonomía de mamá y papá; vivenciado en un ambiente cálido y no competitivo, distinto del hogar, con profesionales sensibles y comprometidos, con capacitación continua que brindan el afecto y cuidado que las niñas merecen.
Prof. Lorena Cosanelli Coordinadora de CREAR

02 DE ABRIL
Día de la reafirmación de los derechos sobre las Islas Malvinas

No las hemos de olvidar
En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas que integraban el Operativo Rosario recuperaron por la fuerza sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich e Islas del Atlántico Sur al tomar el control de Puerto Argentino (Puerto Stanley), capital del archipiélago.
Así comenzó la llamada “Guerra de Malvinas” que finalizó 74 días después, el 14 de junio -a las 16 hs.- cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron.
La Guerra de Malvinas es una historia plagada de desventuras personales, errores políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar.
Sin embargo, la sumatoria de errores y horrores no logran empañar la entrega, abnegación y valor de quienes entregaron con sacrificio sus vidas defendiendo la soberanía territorial argentina. Un reconocimiento al honor, que perdura por sobre las circunstancias y la temporalidad del hecho histórico.
La derrota en la Guerra de Malvinas aceleró la caída del gobierno militar y la recuperación de las instituciones democráticas.”

Del Coronel (FAF) Pierre Clostermann, héroe francés de la Segunda Guerra Mundial, a los pilotos argentinos:
A vosotros, jóvenes argentinos compañeros pilotos de combate quisiera expresaros toda mi admiración. A la electrónica más perfeccionada, a los misiles antiaéreos, a los objetivos más peligrosos que existen, es decir los buques, hicisteis frente con éxito. A pesar de las condiciones atmosféricas más terribles que puedan encontrarse en el planeta, con una reserva de apenas pocos minutos de combustible en los tanques de nafta, al límite extremo de vuestros aparatos, habéis partido en medio de la tempestad en vuestros “Mirage”, “Etendard”, “A-4″, “Pucará” con escarapelas azules y blancas…
Nunca en la historia de las guerras desde 1914, tuvieron aviadores que afrontar una conjunción tan terrorífica de obstáculos mortales…
Vuestro valor ha deslumbrado no sólo al pueblo argentino sino que somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos que seáis nuestros hermanos pilotos…
A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas y a los hijos de los pilotos argentinos que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y más asombroso, les digo que ellos honran a la Argentina y al mundo latino.
Ay!: la verdad vale únicamente por la sangre derramada y el mundo cree solamente en las causas cuyos testigos se hacen matar por ella.

Luego de las increíbles incursiones aéreas en las aguas de la Bahía de San Carlos, poco después del 21 de mayo, comenzaron a aparecer noticias en periódicos de todo el mundo acerca del comportamiento de los pilotos argentinos. En honor a aquellos que cayeron en la lid, y para orgullo de sus deudos -y sólo por eso- se reproducen a continuación algunos de esos testimonios:

Del ministro de Defensa británico John Nott al Parlamento:
Creo que los pilotos argentinos están demostrando una enorme bravura. Sería tonto de mi parte no reconocerlo.

Del Almirante John Foster Woodward, en un reportaje publicado por el diario La Estrella de Panamá, el 3 de enero de 1984:
Los pilotos argentinos fueron muy valientes. Me dieron muchos dolores de cabeza, pero igual los admiro.
Posteriormente, refiriéndose al ataque de Bahía Agradable, expresó:
Ya antes habíamos recibido suficientes pruebas de lo que eran capaces de hacer. Los veíamos aparecer a ras del agua. Jamás hubiéramos imaginado eso.

Del General Kelly Aguilera Nessi, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Venezolana, con motivo de un discurso pronunciado en Caracas, el 18 de agosto de 1982:
…y cuando se hable del reciente conflicto del Atlántico Sur, cuyos resultados han sembrado tanto dolor en esta parte de América que rechaza el colonialismo con todas sus fuerzas, las páginas más vibrantes de esa historia corresponderán a la gloriosa y heroica Fuerza Aérea Argentina.

Estos y otros artículos fueron reproducidos bajo el título “Los muchachos de oro de Argentina” (The Golden Boys of Argentina) en diversas capitales de habla inglesa del mundo.