La Cañada va desde Humberto Primero hasta Tronador, atravesando de norte a sur a la ciudad de Córdoba. La construcción del calicanto data de 1671, siendo el autor de esta obra Andrés Jiménez de Lorca, aunque nunca imaginó que se convertiría en un ícono de la ciudad y de sus habitantes. La construcción actual es mucho más reciente, del año 1944. Sus características más sobresalientes son su diseño de piedra, surcada por numerosos puentes es acompañada por enormes especies de tipas, que enaltecen y adornan este singular paseo. Pese a su aparente mansedumbre, desde siempre amenazó con sus crecidas a la ciudad. El arroyo de La Cañada tiene su origen en La Lagunilla, un espejo natural situado al sudeste de la ciudad. En tiempos donde el clima castigaba con sus lluvias torrenciales este cauce tranquilo se transformaba en un río violento que en muchas ocasiones arrasaba con todo lo que se encontraba en su camino. Hacia 1890 el arroyo se desbordó un día de madrugada, causando la muerte de unas 200 personas. Otra dolorosa tragedia sucedió en 1939, cuando su caudal arrasó con pavimento, ómnibus, muebles y animales, determinando así la construcción de las obras de encauce que hoy admiramos. Desde entonces los cordobeses se preocupan por hermosear su trayecto. En la lucha por vencer a la naturaleza muchos integrantes de la sociedad cordobesa, de diferentes estratos culturales, comenzaron a proyectar la idea de una obra que canalice este arroyo. En el gobierno de Amadeo Sabattini se dieron los primeros pasos y el 4 de julio de 1944 se inauguró oficialmente. Con casi 3 kilómetros decora la ciudad un murallón de piedras con puentes que logran contener esta furia de agua y convertirse en un ícono de la cultura cordobesa.

El circuito del Paseo de las Artes, ubicado sobre el barrio histórico Güemes, se convirtió en el centro de la movida cultural y artística de la ciudad. En el Barrio Güemes apodado el “San Telmo cordobés”, tan solo en un par de cuadras se entremezclan personas de diferentes culturas, creencias y looks.
Y es que la gran variedad de productos -entre libros, antigüedades, artesanías, ropa y discos- y el espectáculo que implica este recorrido va más allá de los estratos sociales.
El multiespacio Casa Tomada fue el puntapié inicial de esta movida, considerada como la primera feria de diseño independiente que se instaló sobre la calle Achaval Rodríguez y que luego fue ampliándose hacia Belgrano. En casi 20 locales que van desde indumentaria, accesorios, a elementos eróticos exclusivos, confluyen diseñadores locales y nacionales con propuestas gastronómicas: el resto bar Casa Tomada y el bar Alfonsina.
En las calles continuas, ancladas en viejas casonas algunas restauradas y otras en proceso, pueden encontrarse pequeñas galerías o locales que presentan las más variadas ofertas de diseños exclusivos. Además, bares y restaurantes como Adentro, Ochava, Valentina o La nieta é la pancha, entre otros, que conjugan una buena comida al aire libre, en alguna de sus terrazas, con música en vivo como espectáculo de fin de semana.

Los clásicos del circuito son la legendaria Casa Pepino como un espacio dedica

do exclusivamente al arte, la Feria de artesanos y los anticuarios repartidos por la zona.
Portal de Güemes
Por su parte, el gobierno municipal y provincial han tomado la iniciativa para comenzar un proyecto que llevará el nombre “Portal de Güemes”. El mismo busca recuperar el espacio público donde se encuentran las ferias callejeras, peatonalizar algunas calles y ensanchar veredas, para mejorar el gran caudal de tránsito de personas, y recuperar algunas de las fachadas de las propiedades.
por Vicky Celli